Agrienvironment desarrolla nuevos biofertilizantes en colaboración con Mirat y ACOR

Agrienvironment desarrolla nuevos biofertilizantes en colaboración con Mirat y ACOR

El Grupo de Fitopatología y Control Biológico de la Unidad de Excelencia de la Universidad de Salamanca (Agrienvironment) trabaja en el desarrollo de biofertilizantes en colaboración con la empresa Mirat y la cooperativa ACOR. En la actualidad, un ensayo de campo determina la utilidad de un nuevo producto para el crecimiento de trigo de secano. Su éxito ayudaría a reducir la cantidad de fertilizante nitrogenado que utiliza este cultivo y, por lo tanto, la contaminación del medio ambiente.

La iniciativa está financiada por la Diputación de Salamanca, que impulsa proyectos de innovación agrícola a través de un convenio con la Universidad de Salamanca (USAL). El objetivo, propuesto por Mirat Fertilizantes, es “desarrollar un microorganismo que ayude al trigo de secano a soportar el estrés por sequía”, explica Enrique Monte, científico de este grupo que trabaja en el Instituto Hispano-Luso de Investigaciones Agrarias (CIALE) de la USAL y que resultó ganador de la convocatoria.

Dentro de la colección de más de 100 aislados del hongo ‘Trichoderma’ del CIALE, los investigadores probaron algunos con genomas muy diversos. Tras realizar ensayos en el laboratorio y en invernadero seleccionaron una cepa que funcionó muy bien como biofertilizante. Sin embargo, era necesaria una demostración en campo y esa es la parte del proyecto que está llevando a cabo en la actualidad en una finca de Tolocirio (Segovia) con el apoyo de ACOR.

“Con la cooperativa ACOR llevamos colaborando 30 años en numerosos ensayos de campo”, destaca Monte, proyectos europeos, nacionales y regionales relacionados casi siempre con agentes de biocontrol. En este caso, se trata de aplicar ‘Trichoderma’ y fertilizante nitrogenado a la mitad de la dosis recomendada. “De acuerdo con los resultados previos, el hongo y el fertilizante son compatibles y pueden ser sinérgicos para obtener mejores rendimientos”, explica el investigador.

Si se confirma que el trigo puede dar un buen resultado con esta fórmula, los agricultores podrían reducir la cantidad de nitrógeno que emplean en su cultivo, ya que “el exceso pasa a los acuíferos y contamina el medio ambiente”. El objetivo final sería registrar este nuevo microorganismo y comercializarlo como biofertilizante o bioestimulante. La siembra tuvo lugar el pasado mes de noviembre y la cosecha se recogerá en junio de 2021, pero a lo largo de los próximos meses se irán tomando datos del proceso de crecimiento.

Una de las aportaciones de ACOR en este ensayo ha sido una máquina sembradora específica para este tipo de ensayos. Las sembradoras convencionales son demasiado grandes para los propósitos de la investigación agrícola, mientras que la utilizada en este proyecto permite realizar la siembra a la escala adecuada para obtener resultados estadísticamente fiables.

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