Más de 120 investigadores analizan en Salamanca el futuro de la agricultura y el medio ambiente

Más de 120 investigadores analizan en Salamanca el futuro de la agricultura y el medio ambiente

El ‘1st International Agrienvironment Symposium’ (IAS2023) reúne desde hoy en Salamanca a investigadores de excelencia de varias disciplinas. Este evento, organizado por la Unidad de Excelencia de Producción Agrícola y Medio Ambiente AGRIENVIRONMENT, de la Universidad de Salamanca, se celebra en el Colegio Arzobispo Fonseca con la presencia de más de 120 participantes adscritos a instituciones de siete países. El encuentro consta de seis sesiones interdisciplinares que incluyen 10 conferencias principales, 23 charlas breves y 52 comunicaciones en póster. A lo largo de dos días, mostrarán avances que están configurando el futuro de la agricultura y el medio ambiente.

Uno de los ponentes destacados es Markus Stetter, investigador de la Universidad de Colonia (Alemania), que estudia la domesticación de las plantas. “Analizamos cómo evolucionaron, de silvestres a cultivadas. Esta transición es lo que llamamos domesticación e intentamos entenderla, porque sucedió en apenas 10.000 años”, explica en declaraciones a DiCYT. Desde el punto de vista de la evolución, es un periodo muy corto de tiempo, pero algunas plantas han cambiado mucho, por ejemplo, el maíz, que hoy en día es muy distinto a lo que era en su forma silvestre gracias a la selección de variedades que ha ido realizando el ser humano a lo largo del tiempo. Sin embargo, otras plantas no han cambiado tanto, por ejemplo, el amaranto, otro cultivo originario de América Latina.

Cultivos y bosques que se adaptan a los cambios

Al contrario de lo que sucede con el maíz, la semilla del amaranto no se mantiene en la planta, sino que cae al suelo. “Esta diferencia es importante, porque a nosotros, los humanos, nos interesa realizar la recolección de una vez; pero eso no es lo ideal para las especies silvestres, que necesitan que la semilla caiga al suelo para crecer”, comenta el experto. Curiosamente, estas dos plantas fueron cultivadas por los mismos pueblos prehispánicos, así que “intentamos entender por qué en el amaranto no ocurrió el mismo cambio genético que en el maíz”.

Esta investigación básica, en realidad, tiene aplicaciones prácticas muy interesantes. “Si entendemos lo que ocurrió en el pasado, podemos buscar genes interesantes en las plantas silvestres y cruzarlos con otros cultivos para cambiar las plantas en el futuro”, destaca Stetter. Esta posibilidad permite imaginar una agricultura más diversa y sobre todo, mejor adaptada a las exigencias del cambio climático; por ejemplo, desarrollando nuevos cultivos que soporten bien las altas temperaturas a partir de plantas silvestres.

Precisamente, el cambio climático también es motivo de preocupación en otros entornos. Lorena Gómez Aparicio, del Instituto de Recursos Naturales y Agrobiología Sevilla (IRNAS-CSIC) estudia la respuesta de los bosques a estas alteraciones. “Mi participación en este simposio está relacionada con la importancia de estudiar las interacciones de las especies forestales de los árboles y los microorganismos”, explica. Los estudios demuestran que la salud de los árboles está muy determinada por el microbioma que convive con las raíces, las hojas o el tronco. Por eso, “estudiamos el microbioma del suelo buscando mecanismos para optimizar la diversidad de bacterias y hongos que pueden ayudar a los árboles a vivir en un mundo más seco, que es lo que esperamos para la región mediterránea, y para combatir patógenos exóticos, que están causando una pérdida del vigor de nuestras especies forestales más emblemáticas, por ejemplo, las encinas y los alcornoques”.

Mejoras enfocadas a la alimentación

Por su parte, Alberto Carbonell, investigador del Instituto de Biología Molecular y Celular de Plantas, (IBMCP, centro mixto del CSIC y la Universidad Politécnica de Valencia) explicó sus estudios en el campo de la genética. “Intentamos diseñar moléculas de ARN para tratar a las plantas y poder regular la función de los genes”, una estrategia que puede inducir resistencia frente a patógenos como los virus. En primer lugar, se prueban en plantas modelo como Arabidopsis thaliana, pero los científicos valencianos trasladan los avances al tomate debido a su gran importancia para la agricultura internacional. “Hay una serie de virus que afectan a este cultivo y, usando estas moléculas, podríamos hacer que las plantas sean más resistentes, salvando mucha superficie de cultivo en todo el mundo”, comenta. Dentro de la búsqueda de una agricultura con un menor impacto ambiental, para aplicar esta estrategia, “estamos tratando de aportar nuestro granito de arena desarrollando tratamientos más ecológicos, obtenidos a partir de extractos de plantas y que ayuden a disminuir la cantidad de pesticidas”, agrega Carbonell.

En el campo de la alimentación, otros grupos trabajan específicamente en la mejora de sus cualidades. Elsa Brandão, investigadora de la Universidad de Oporto (Portugal) explicó que su investigación se centra en comprender las propiedades gustativas de algunos productos, en particular, el amargor y la astringencia. “Queremos entender los mecanismos moleculares que están relacionados con estas propiedades, porque son muy importantes para la elección de los consumidores, y cómo podemos modularlos”, ha explicado. Su objetivo es desarrollar nuevos compuestos y estrategias para mejorar el sabor de los alimentos de origen vegetal ricos en polifenoles y hacerlo de una forma sostenible y económica. Esta innovación contribuiría a tener una alimentación más atractiva y saludable.

Un encuentro que pone a Salamanca en el mapa

Otros seis ponentes protagonizan el resto de las charlas principales: Cláudia Vicente (Universidad de Évora, Portugal); David Turrà (Universidad de Nápoles Federico II, Italia); Francesco Asnicar (Universidad de Trento, Italia) Letricia Barbosa (Universidad de Santiago de Compostela, España); María Reguera Blázquez (Universidad Autónoma de Madrid, España); y Raquel Iglesias Fernández (Centro de Biotecnología y Genómica de Plantas, CBGP, UPM-INIA, España).

La Unidad de Excelencia de Producción Agrícola y Medio Ambiente AGRIENVIRONMENT está formada por seis grupos de investigación de la Universidad de Salamanca, cuenta con la financiación de la Junta de Castilla y León y el Fondo Europeo de Desarrollo Regional. Convertida ya en referente para el sector primario, incluyendo empresas y agricultores, la Unidad aspira a liderar la investigación agroalimentaria de la comunidad. En ese contexto, este simposio contribuye a su internacionalización, generando nuevos contactos y colaboraciones.

Noticia en DiCYT: https://www.dicyt.com/noticias/mas-de-120-investigadores-analizan-en-salamanca-el-futuro-de-la-agricultura-y-el-medio-ambiente

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